Nació en Salvirola (CR) en 1939 y su interés por el mundo de los plásticos comenzó en los años 60, cuando era socio de una empresa productora de películas y bolsas de plástico.
Para resolver los problemas de adhesión de los materiales debidos a los sistemas de tratamiento de superficies, todavía bastante rudimentarios en aquella época, pidió ayuda técnica a Ezio Ferrarini.
Tras sus primeros éxitos con los sistemas de tratamiento de superficies, fundaron Ferrarini & Benelli en 1965.
En 1970 registraron su primera patente.
La colaboración continuó hasta 1991, cuando Ezio Ferrarini vendió sus acciones a Diego Benelli, que se hizo cargo de la empresa.
Sus conocimientos técnicos y su visión empresarial le llevaron a desarrollar nuevos productos, registrar nuevas patentes y aumentar las ventas de la empresa hasta una posición de liderazgo en el mercado.
Desde 1995, cuenta con el apoyo de su hija Claudia, que dirige la empresa actualmente.
Esquiador, navegante y piloto de avión consumado, combina con gran entusiasmo sus pasiones deportivas y laborales.