Chris De Armitt, uno de los mayores expertos mundiales en plásticos y asesor de grandes empresas (HP, Disney, CBS, Sky News, BBC), ha publicado La paradoja del plástico: Evidencias para un futuro promisorio, para arrojar luz sobre el impacto real de los plásticos en la vida de los seres humanos y combatir algunas de las noticias falsas más extendidas sobre el tema.
Para lograr sus objetivos, De Armitt se basó en más de 400 artículos científicos.
Para reconocer lo que es verdaderamente ecológico, el autor recurre al Análisis del Ciclo de Vida (ACV), que tiene en cuenta todos los elementos en la elaboración de un producto: materias primas, energía, residuos, subproductos, transporte, eliminación. De este modo, se puede calcular el impacto de cada producto en el medio ambiente.
¿Cuáles son las creencias más extendidas sobre los plásticos?
- Los plásticos son perjudiciales para el medio ambiente y deben sustituirse.
- Los plásticos producen residuos y causan problemas de eliminación, por lo que deben sustituirse por papel y materiales degradables.
- Los plásticos tardan mil años en degradarse, por lo que son preferibles las opciones degradables.
Bolsa de la compra: polietileno frente a papel
Según los análisis de ACV de bolsas de la compra realizados en Dinamarca, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia y muchos otros países, la clásica bolsa de polietileno es la opción más ecológica. Una bolsa de polipropileno es aún más ecológica después de unos cuantos usos.
En realidad, la producción de bolsas de papel, incluidas las de material reciclado, requiere más energía, emite más dióxido de carbono, consume más agua y utiliza más productos químicos.
«La bolsa de papel debe utilizarse cuatro o más veces para reducir su potencial de calentamiento global y, por lo tanto, resultar menor que una bolsa convencional de polietileno de alta densidad» (Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido).
Envases de plástico
Los envases de plástico tienen propiedades importantes: ligereza, flexibilidad, longevidad y resistencia al impacto. Por lo tanto, si se utilizaran otros tipos de envases para sustituir al plástico, estos tendrían un impacto medioambiental mucho mayor en todas las categorías consideradas.
En el sector de los envases de bebidas, el PET es mucho más ecológico (sobre todo si se recicla) porque genera la menor cantidad de gases de efecto invernadero, utiliza menos energía y produce menos residuos que el aluminio y el vidrio.
Residuos y eliminación
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, el plástico no constituye la mayor parte de nuestros residuos y su uso ha permitido reducir sustancialmente su cantidad.
A lo largo de los años, los fabricantes de envases de plástico han mejorado las características funcionales y han reducido el peso de sus productos. Por ejemplo, el peso medio de un tarro de yogur de plástico bajó de 12 g a 5 g entre 1970 y 1990, mientras que el de una botella de detergente disminuyó de 300 g a 100 g. Las películas, bolsas y sacos de plástico de uso general e industrial redujeron su grosor medio en un 400 %.
Según el autor, para mejorar la reciclabilidad hay que:
- utilizar un solo material por producto, debido a las dificultades de reciclar mezclas de materiales;
- utilizar solo tres tipos de plástico (PE, PP y PET) para producir el mayor número posible de artículos y simplificar la clasificación y el reciclado.
- hacer los plásticos más duraderos, para que puedan reciclarse varias veces antes de perder sus propiedades físicas.
¿Son estables los plásticos que utilizamos habitualmente?
Uno de los argumentos más populares contra los plásticos es que duran miles de años y, por lo tanto, los residuos plásticos se acumulan y perduran para siempre.
El polipropileno, el segundo plástico más utilizado en el mundo, es extremadamente inestable. Los científicos que lo obtuvieron se dieron cuenta de que, a temperatura ambiente, el polipropileno se oxida y se degrada rápidamente.
Si se deja a la intemperie, una bolsa de la compra de plástico normal se destruirá en menos de un año (algunas piezas de plástico pueden diseñarse para durar más, pero solo con la adición de una gran cantidad de estabilizadores).
El mercado mundial de estabilizadores de polímeros mueve más de 6000 millones de dólares al año. Si los polímeros fueran ilimitadamente estables, las industrias no gastarían tanto en aditivos.
Fuente: Plasticsparadox.com